It's My Life - Talk Talk vs No Doubt

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16:46


 La ballena tiene toda la culpa.

¿Estoy citando a los tripulantes del ballenero Pequod de "Moby-Dick"? ¿Perdí definitivamente la cabeza? Puede ser, pero no por esta frase. 

 Resulta que hace unos años atrás... unos 10 años atrás, en un cierto desaparecido programa de videos del UCV (en el cual de paso supe que mi actual banda favorita se llamaba "Rammstein") conocí a una banda sueca de los noventa llamada precisamente "Whale". Con el tiempo lo olvidé, hasta que un día vino a mí de la nada el recuerdo de su crespa vocalista, con vestido, botas, frenillos y una actitud bastante esquizofrénica, admirando torsos masculinos y saltando por los aires impulsada por una manta en el estrambótico video de "Hobo Humpin Slobo Babe" (enlace) , y me pregunté qué sería de ella, de Cia Berg (hoy "Cia Soro"). Buscando y buscando pude darme cuenta de que Cia era en verdad bastante más guapa que en el video antes citado, y que en Suecia no era precisamente una desconocida; allá por el año 1984, con apenas 21 años era la animadora de un programa de videos musicales llamado "Bagen". Para resumir el cuento, viendo un video del mismo programa -pues gracias a Youtube podemos viajar en el tiempo en dos clicks-, además de aumentar mi deseo de haber nacido en otra época, pude escuchar de fondo una canción que ya conocía hace bastante, pero que también se había anclado en el rincón de las cosas que van quedando en el olvido... la ballena tiene toda la culpa.

 Lo que sonaba de fondo en el programa conducido por una veinteañera Cia Berg era nada menos que el primer single del segundo disco de los ingleses "Talk Talk", llamados ambos "It's My Life". Como dije anteriormente, no es que esta canción no la hubiese escuchado nunca antes (me pasó con "Straight Ahead" de Kool & the Gang, canción de la que hablé en su momento), pero sí debo admitir que conocí primero la versión de No Doubt del año 2003. Pues bien, lo importante es que, a pesar de no serme ajena, tal vez nunca la había tomado tan en serio como lo merecía, hasta que sentí ese saborcillo synthpop tan dulce y nostálgico, que suele recordarme épocas pasadas de una manera muy efectiva.

 Dentro del mundo de la música es muy común que ciertas bandas hagan covers de canciones famosas (es decir, que las "re-interpreten"), a veces con resultados notables, a veces transformándose en un auténtico insulto... ¿pero qué sucede cuando el resultado es casi tan bueno como el original?

"La imitación es la forma más sincera de la adulación", dijo Charles Colton una vez, mientras se hacía un jugo de naranja un martes por la mañana (esto último no es cierto), y en lo que hoy nos convoca parece ser así. Comencemos por el principio.

 Talk Talk fue -insertar carita triste- una banda nacida en Inglaterra el año 1981, y disuelta diez años después. Discurrió en dos etapas más una "etapa de transición" intermedia, la primera con un manifiesto sello synthpop y new wave, pasando luego a un período experimental influido por el "Art Rock" que marcaría sus trabajos posteriores, y finalizando con una fase más post-rock, diferenciando sus primeros y últimos trabajos casi como si de dos bandas completamente distintas se tratase, sin más elementos en común que sus integrantes. Respecto de su primera etapa, el año 1984 lanzan su segundo álbum de estudio llamado "It's My Life", el cual comienza a marcar el fin de su primera etapa musical. Según la crítica especializada, podríamos decir que éste fue el primer disco "en serio" de Talk Talk, luego de un debut tibio y poco aventurero de la mano de "The Party's Over" de 1982; It's My Life tiene la virtud de ser un disco nacido un paso adelante de la tranquilidad de un debut satisfactorio, y un paso atrás de la consolidación, lo cual es bastante considerable para un año tan movido musicalmente, donde se lanzaron notables discos como "Reckless" (Bryan Adams), "Born in the USA" (Bruce Springsteen, "Forever Young" (Alphaville), "Like a Virgin" (Madonna), además de "Arena" (Duran Duran) y Some Great Reward" (Depeche Mode), ambos de bandas inglesas al igual que Talk Talk. 





It's My Life - 1984 - EMI
Productor: Tim Friese-Greene



 La historia nos ha demostrado que el éxito de una banda tiene directa relación con el carisma de su frontman, o si no que lo digan bandas como U2, las cuales muchas veces dicen más por lo que hacen sus líderes que por lo que dicen sus canciones... Pero bueno, Talk Talk contaba en sus filas con un muchacho delgado y muy alto llamado Mark Hollis, de grandes orejas y gran nariz, un hombre que sobre un escenario o frente a una cámara se transformaba en su personaje, el cual no escatima en muecas, sonrisas y gestos con tal de jugar a hacer chiquilladas y actuar de acuerdo a lo que surja en el momento. Si alguna vez tienes el tiempo necesario, debes ver el video de "Such a Shame" (enlace), canción incluida en It's My Life, en el cual podrás apreciar a un Hollis incapaz de caerte mal. Hollis además de ser un tipo que actúa con carisma, canta bastante bien: tiene esa típica voz de garganta tan difícil de dominar (pues cuando se canta, suele decirse que es mejor "cantar desde el estómago", ya que es muy fácil que la garganta no te aguante los tonos altos... Hollis los domina con soltura) mezclada con un leve tono nasal bastante característico, haciendo su voz una de esas que al oírlas sabes perfectamente a quién estás escuchando.
 Si ya con todo esto no te convences de las capacidades musicales de la voz de Talk Talk, sumemos su notable talento para componer; era el genio compositor, al punto de que sólo una de las 38 canciones de Talk Talk no fue escrita por él, y 12 salieron íntegramente de su pluma creativa sin colaboración de ningún otro miembro o productor. Sin embargo, "It's My Life" no es creación exclusiva de él, contando en su ADN con material genético de un estrecho colaborador de Talk Talk, el productor y músico británico Tim Friese-Greene, quien trabajó con la banda desde 1983 hasta su disolución llegando a ser co-creador de todo el tercer álbum de la banda: "The colour of Spring", de 1985. Friese-Greene es algo así como "el cuarto integrante del trío Talk Talk", completado por Lee Harris en la batería y Paul Webb en el bajo, habiendo abandonado la banda el tecladista Simon Brenner, supliéndolo en esa labor Mr. Friese-Greene... gracias a Dios por ello.






 "It's My Life", al igual que gran parte del trabajo de Talk Talk cuenta con esas atmósferas musicales electrónicas que suelen recordarme un bello atardecer de nubes rojizas y anaranjadas, mientras el sol agoniza entre las copas de los árboles y el pasto brilla a contraluz, un paisaje tan propio del otoño temprano, ambiente recurrente en el synthpop y tan bien entendido en este álbum. Sin embargo, una especie de sonido que asemeja el cantar de las aves me resulta un tanto fuera de lugar, como si pudiera sacarme de ese ambiente en el que intento sumergirme... detalles creativos que a veces uno no termina de entender.  Conforme avanza nuestra canción debo reconocer que me asusta un poco la voz de Mark Hollis; parte en un tono no precisamente bajo, y cada vez sube más... sinceramente es una sensación similar a ver un globo llenarse de aire más y más, claro que las cuerdas vocales de Hollis nunca llegaron a reventarse, afortunadamente.
 Y así, luego de 49 segundos llegamos a mi parte favorita: el pre-estribillo.

¿Qué es un pre-estribillo? La respuesta roza en lo obvio: es lo que viene precisamente antes del estribillo. Sin embargo cabe señalar que el estribillo es lo que en una canción se conoce como "coro". Ahora tal vez la cosa esté más clara.
El pre-estribillo de It's My Life se repite 3 veces durante toda la canción (00:49 - 01:03 ; 01:58 - 02:12 y 02:51 - 03:05 respectivamente), y además de ser musicalmente la parte más interesante a mi juicio, es donde se contiene la lírica más significativa de toda la letra: A título personal suelo escuchar las canciones al menos una vez sin entender la letra, y luego de que las percibo musicalmente intento comprender de qué hablan; en este caso Hollis le dice a su interlocutor "I've asked myself, how much do you commit yourself?", es decir, "me he preguntado, ¿qué tan comprometido estás conmigo?". Entendido esto, calza perfectamente la intensidad vocal, el quiebre musical entre el verso y este hermoso pre-estribillo y el mensaje tras él. ¿Cuántas veces nos hemos hecho esa pregunta, incluso sobre nosotros mismos? ¿Cómo podemos esperar que el resto se comprometa a algo si nosotros mismos no estamos en ello? ¿O cómo sobrellevar que otro no esté en el mismo nivel que uno?
 "Es mi vida, no lo olvides... nunca termina", nos dice Hollis, respondiéndonos esa pregunta, casi como diciéndonos "no te metas conmigo, no tienes derecho a lastimarme".




El carismático Mark Hollis


 Más allá de una conocida estructura "intro / verso / pre-estribillo / estribillo / verso / pre-estribillo / estribillo / puente / pre-estribillo / estribillo -outro" (estoy seguro de que no leíste todo eso, o al menos no lo entendiste), "It's My Life" se puede dividir en tres etapas emocionales: una donde te dejas seducir por esos ochenteros sintetizadores new wave, luego una pequeña "interpelación" para agitar las aguas, y finalmente esa pequeña pero poderosa descarga emotiva de su estribillo; funciona bien para Hollis y Friese-Greene, funciona bien para mí.

... y es precisamente esa mixtura tan ochentera, tan synthpop y tan reposada y a la vez inquietante la que fluía por mis oídos poco antes de ver a la hermosa Cia Berg disfrazada de astronauta repitiendo "bla bla bla bla" y poniéndose turnia -Enlace- (sí, está loca, lo cual la hace más interesante aún), y si con todo ello pude distinguir esas características notas musicales entre tanta información cruzada, es porque estos cuatro muchachitos ingleses llegaron a crear una canción cuyo sonido tiene la capacidad de trascender y ser identificado donde quiera que vayas.




Es curioso cómo me encuentro
Enamorado de ti
Si pudiera comprar mi razonamiento
Pagaría para perder
Una mitad no será suficiente

Me he preguntado
¿Cuán comprometida
Estás conmigo?


Es mi vida
No lo olvides
Es mi vida
Nunca termina


Curioso cómo me he cegado
Nunca supe
Si algunas veces me engañaron
Temeroso de perder

Oh, me diré a mí mismo
El bien que me haces
Me convenzo a mí mismo


Es mi vida
No lo olvides

Oh, es mi vida
Nunca termina



Y me he preguntado
¿Cuán comprometida
Estás conmigo?


Es mi vida
No lo olvides
Atrapado entre la multitud
Nunca termina...




¿Y qué cresta le podemos cambiar a una canción tan buena?


La verdad es que proponerse la tarea de tomar la que es posiblemente la canción más conocida y más exitosa de una reconocida banda, modificarla de forma que suene actual no sin un pequeño toque personal y volverla un éxito sin faltarle el respeto a la versión original, a su mensaje y a sus compositores es una tarea que pocas veces resulta y muchas veces sale mal, pero que siempre da miedo... pero "No Doubt" justamente no tuvo dudas respecto de lo que pretendía hacer, y lo hicieron jodidamente bien.

 Sobre la historia de No Doubt podemos decir que la misma entra en contradicción con el nombre de la banda, a la vez que lo reafirma: dramas ha habido muchos, principalmente por parte de su vocalista, la incombustible Gwen Renée Stefani (quien con 45 años parece cabra de 20). Se sabe que al inicio de la banda uno de sus integrantes fundadores (junto a Gwen Stefani y su hermano Eric), el co-vocalista John Spence se suicidó a la edad de 18 años, nada menos que por una depresión aumentada por la carga que le significaba ser el frontman de No Doubt. La banda se vio muy golpeada por este hecho, pero decidieron continuar debido a la creciente fama que estaban cosechando a lo largo y ancho de California, esta vez solo con Gwen a cargo de la voz. 
 El mismo 1987 llegaría a la banda un nuevo integrante que tiempo después contribuiría a una nueva turbulencia dentro de No Doubt: el bajista Tony Kanal. ¿Qué hizo este moreno muchachito de ojos enigmáticos y ascendencia india? Pues se paró ahí a tocar muy cerca de los ojitos de nuestra querida Gwen Stefani, y la hizo caer rendida de amor por él al punto de declarar que a lo largo de su relación de 7 años ella "solía mirarlo y rogarle a Dios que le diera un hijo suyo" (intenso... pero para Stefani la maternidad ha sido todo un tema). El caso es que como la mayoría de las veces, el idilio terminó, el corazón de Gwen se partió en mil pedazos una vez que Kanal la pateó y ella, quien nunca ha vivido sus dilemas personales en privado se vio inspirada a escribir un par de canciones sobre su dolor, entre ellas la canción más conocida de No Doubt: la triste triste triste "Don't Speak".
 Después de aquello Stefani conoció al vocalista de la banda "Bush", empezaron a salir y aunque hoy están casados y tienen 3 hijos, la relación no estuvo exenta de rupturas, una de las cuales dio origen a la conocida canción "ex-girlfriend". Afortunadamente han sabido utilizar el no escaso dolor emocional como una notable fuente de inspiración.




No Doubt, en su formación más conocida


 Como es lógico, una banda de 4 miembros con sus propias vidas privadas suele resentirse luego de 18 años de shows, discos y dramas... y así nuestros amigos de la banda nacida en Anaheim, California deciden en 2004 entrar en un hiato de 4 años para descansar unos, y lanzar proyectos personales otros. 
 Muchas veces los sellos musicales firman contratos con las bandas bajo el compromiso de que lancen una cierta cantidad de discos, y ante esto, cuando las bandas deciden separarse o entrar en un receso es muy común que a fin de cumplir (casi siempre de mala gana) los compromisos legales, decidan lanzar discos de "grandes éxitos", que tienen la ventaja de que se hacen sólo seleccionando sus canciones ya compuestas, que a la vez sean las más exitosas y conocidas; a veces, muy de tanto en tanto agregan nuevas composiciones o canciones que han quedado descartadas de trabajos anteriores. No Doubt no es ajeno a esta realidad, y así llegaron a lanzar el año 2003 su disco "The Singles 1992-2003". La leyenda cuenta que la banda después de seleccionar sus canciones más notables, sentía que les faltaba una canción más, pero no la encontraban entre todas sus composiciones, y pese a ello no podían (ni querían) escribir una nueva canción, pues ya se encontraban en un receso creativo, enfocados en sus planes personales y alejados de los estudios, y escribir siempre supone un esfuerzo no menor a fin de hacer algo bueno que a la vez se condiga con el trabajo del resto del álbum del cual formará parte. Ante esto decidieron que hacer un cover de una canción ya conocida era la mejor alternativa. Luego de horas y horas de escuchar buena música, las opciones se redujeron a dos: "Don't Change" de los australianos INXS, y nuestra querida "It's My Life" de los ingleses Talk Talk.





"No Doubt - The Singles 1992 - 2003"
Año: 2003 - Sello: Interscope 
Productor: Nellee Hooper (sólo para "It's My Life")


 El encargado de darle nuevos bríos a esta canción fue el productor Nellee Hooper, productor británico que además de haber trabajado anteriormente con No Doubt y Gwen Stefani como solista, incluye en su currículum colaboraciones con U2, Madonna, Björk, y Sinéad O'Connor, es decir, un tipo que sabe lo que hace.

 El problema subyace cuando debes re-interpretar una canción que es en su mayor parte una base musical de sintetizador, y en tus filas no tienes a un tecladista. Como un buen productor sabe manejarse con uno o más instrumentos, Hooper agregó unas cuantas sutilezas 'teclísticas' a nuestra re-estilizada "It's My Life", 19 años más joven y más moderna. Respecto de ese complejo y tan característico pre-estribillo que les hablé, la receta era bastante simple pero no por ello menos efectiva: tenemos guitarra y bajo, hagámoslo con guitarra y bajo. Como lo dije en un principio, esta es la versión que conocí primero, y puedo decir que siempre que la escucho me gusta, suena convincente e incluso aunque no me atrevo a decir que lo supera (pues no son iguales, así que mal podrían compararse a pesar de ser la misma canción en esencia), el pre-estribillo que tanto me gusta y es mi parte favorita de esta bella obra, en manos de Tom Dumont y Tony Kanal suena jodidamente bien, le da un nuevo sabor, más fresco y a la vez más intenso... supieron captar la esencia de la línea musical y la comprendieron en su totalidad, no la alteraron sino que la potenciaron... han hecho con él algo así como una "ingeniería genética musical", si es que tal cosa llegase a existir algún día (por si acaso lo patentaré, listillos). Kanal, apegándose a la línea ska de No Doubt ejecuta un bajo muy marcado, que bien podría ser el hilo conductor de toda la canción, y Dumont por su parte sabe reemplazar inteligentemente al casi irreemplazable sintetizador de Friese-Greene con una guitarra con efecto muy pertinente, dando como resultado una base musical decorada con un teclado atmosférico que se hace más presente en el estribillo, a diferencia de nuestra versión del 84 con un claro protagonismo; ante todo es una versión de No Doubt, y no de "No Doubt y compañía".




Un video bastante divertido, con una Gwen Stefani tan guapa como siempre


Raya para la suma: no siempre que quieras hacer algo creativo debes partir de cero; si eres capaz de comprender la obra de un artista exitoso, respetarla como una creación consolidada y de gran calidad compositiva e interpretativa y a la vez juntas a tres músicos con talento, un productor musical con experiencia en la industria y a una hermosa y virtuosa cantante con una voz inquebrantable a través del tiempo, que sea capaz de interpretar con emoción y pasión, el resultado no destiñe, pudiendo incluso revivir la popularidad de la obra en la que se ha inspirado, generando un beneficio triple: a sí mismos, a la banda que intentan hacer tributo, y a los aficionados de la música.

 Vale aclarar que a la hora de escucharlos debemos tener muy en cuenta los nada menos de 19 años que separan a uno y otro, y que uno es creado por una banda inglesa sumergida en el synthpop y el new wave del reino unido ochentero, y el otro fue interpretado por una banda californiana de ska-punk/fusión reggae/pop-rock alternativo en una década, siglo y milenio distintos, "al otro lado del charco", y con una voz femenina. Tal vez su columna vertebral sea la misma, pero tal como un padre y un hijo que se parecen mucho, comparten el mismo apellido y tal vez se dediquen a lo mismo, no son la misma persona. Una versión no puede reemplazar a la otra, lo cual es una fortuna, pues nos permite poder gozar de dos tremendas canciones en vez de tener que pasar por la terrible misión de elegir sólo una.

Al final sólo me puedo hacer una pregunta:

¿Qué tan comprometido estás?












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Victims - Culture Club

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10:09


 Hay dos cosas con las que personalmente nunca he podido congeniar de buena manera: hacer cosas porque me lo ordenan, y hacer cosas por obligación.

¿A qué va esto? pues es simple: de tanto en tanto recuerdo que he creado este espacio, pero a la hora de pensar en qué nueva canción desmenuzar es un lío, la inspiración nunca llega, las canciones no tienen sabor y todo queda en nada, en una nada llena de culpa. Tampoco me ha resultado buscar nueva música para escuchar como si de un trabajo se tratase, y ahí, en medio de las labores cotidianas de un período de exámenes de fin de año, un caluroso 29 de noviembre una bella canción llegó a mí abriéndose paso en medio del agobio y el cansancio.

Hoy, nuevamente en medio de esas aguas negras y turbulentas, esa canción vuelve a mí para salvarme (o para hundirme).

 ¿Por qué los seres humanos tendemos a huir del dolor? Posiblemente sea un arcaico instinto de supervivencia impreso en nuestro genoma... de hecho tiene mucha lógica y sentido (y no porque lo diga yo), pues todos los seres humanos albergan esa marcada tendencia a auto-preservarse... la diferencia es hacia dónde huimos y cuándo. Hay situaciones en la vida que no te hacen arrancar en el sentido físico de mover tus pies tan rápido como puedan alejarte de una amenaza, y hay otras donde los seres humanos huimos hacia dentro de nosotros mismos, y es ahí donde me encuentro en este momento.

Entre más tiempo pases contigo mismo en soledad, entre más tiempo emplees buscándote a ti mismo, examinándote, bien podrías terminar volviéndote loco o depresivo, o bien podrías crear dentro de ti un pequeño albergue, e ir poco a poco llenándolo de todas esas cosas que al igual que a ti mismo, buscas proteger del resto, del "ahí afuera" que tanto miedo nos produce algunas veces. Todos nosotros guardamos sentimientos, recuerdos, pensamientos, miedos e inseguridades tan dentro nuestro que intentamos que con eso nadie pueda llegar a dañarlos o revelarlos y usarlos para lastimarte, y esa es la más pura y refinada esencia de uno mismo, pues personalmente creo que cuando llegas a cavar tan profundamente hasta encontrar tus más hondos miedos y debilidades, has encontrado la forma más efectiva de destruirte. 

¿Querrías compartir eso con alguien?

A veces inconscientemente lo haces.


"Culture Club" no es sólo una banda británica icono de los 80 gracias a sus tonadas animadas y la extravagancia de su andrógino vocalista y frontman George Alan O'Dowd ("Boy George" para los amigos), quien se hizo conocido por su ambigüedad sexual y su gusto por vestirse y maquillarse (sí, una vez fue premiado por una afamada revista como el "rostro mejor maquillado") con un estilo glam cuando menos llamativo y atrevido; también es una banda británica icono de los 80 gracias a un trabajo musical bastante curioso y amplio, mezclando desde new wave hasta country pasando por el reggae y uno que otro de mis amados arreglos musicales de orquesta.




Michael "Mickey" Craig (Bajo), Boy George (Voz), Jon Moss (Batería), Roy Hay (Guitarra y teclados).


 La historia de la banda en sí parece casi irrelevante al lado de Boy George, quien cuenta con méritos suficientes para llevarse la mayoría de la atención: Cantante, rostro principal, compositor, icono cultural y social, hombre de excesos, etc... pero ante todo un músico que no tenía problemas a la hora de llevar al papel aquello que sentía, haciéndolo con un arte muy provechoso para quien disfrute de sus canciones. Sin embargo el origen de la hermosa balada new wave que hoy nos reúne bien merece una pequeña pincelada de lo que sucedía bajo los escenarios allá por la primera mitad de los 80.





 Cuando uno es capaz de componer una lírica tan profunda y sentida como la de "Victims" ("Colour by Numbers, 1983), simplemente no la escribe por lo hermosa que suena, o inspirado en el bello ocaso reflejándose en las hojas de otoño; esta canción es una verdadera declaración criada en el recodo más profundo del alma sentimental y nostálgica de un amante dolido con ese enorme talento para escribir propio de los geminianos -como Boy George-, a alguien que te la ha liado bien gorda en el corazón. En este caso, el origen de tal caos amoroso provenía nada menos que del baterista de la banda, Jon Moss, quien a diferencia suya era una especie de "heterocurioso" que luego de una relación semi-estable con una mujer llamada Caroline, decidió explorar las fronteras de sus gustos personales con su compañero de banda. La receta para el fracaso era evidente: Boy George ha señalado públicamente que Moss fue su verdadero primer amor, mientras Jon Moss se ha declarado desde siempre como heterosexual, manifestando que ni antes ni después de George se ha relacionado con hombres, tanto así que al día de hoy tiene una ex esposa, y tres hijos con ella.

Luego del nacimiento de esta dispar relación sobrevino la droga, los excesos, las discusiones y finalmente, la separación, tanto de George y Moss como de la banda en su conjunto.





Colour by Numbers - 1983 - Virgin Records
Productor: Steve Levine - Copias vendidas: +16 millones.


"Victims" es lo que podríamos llamar una "new wave power ballad", con un inicio musical muy reposado a 122 bpm a cargo de Roy Hay, tiñendo todo de una nostalgia elegante y melodiosa, haciéndote sentir que cada golpe de teclado decapa un poco más tu triste y solitario corazón mientras palabra a palabra sientes como si hubieses compartido con Boy George todos tus secretos y él le contara a todos cómo te sientes ahora mismo, coloreando tus mejillas poco a poco mientras de fondo surge un sutil coro acompañado de un arreglo de cuerdas infalible y muy delicado, casi como un sutil guiño de quien no quiere romper una pequeña burbuja que flota en el aire.
 De pronto cuando sientes que la sangre ya se te ha subido demasiado a la cabeza y sin notarlo tu mente se ha ido entre pensamientos un tanto tristes y un tanto melancólicos, sucede la magia...


 Quién, sino Jon Moss, el "culpable" de esta composición sería el encargado de poner tensión a este momento, como queriendo irrumpir en esta historia por segunda vez de manera estrepitosa y violenta... luego de un breve silencio, a los 02:29 surge sin previo aviso ese hermoso, potente y doloroso interludio, tal como si no pudieras contener más las emociones que llevas contenidas desde que las notas arrancaron... fluyen los golpes de batería y de piano ensalzados con violines y vientos... y ella como la protagonista, ella como la navaja que corta los acompañamientos y tal vez un poco tu miocardio: Helen Terry. Atrévete a cerrar los ojos y a escuchar ese estruendoso, visceral y emocionante coro sin sentir que se te eriza la piel; si lo logras puedes estar seguro de dos cosas: o no eres humano, o no has sentido jamás.

20 segundos completos de tortura y catarsis emocional...




Si no te convences de que Helen Terry cante así también en vivo... 02:22
VIDEO


 Por un momento puedo imaginarme el enorme dilema creativo que implica continuar una canción tan llena de sentimientos luego de un interludio tan potente, el cual perfectamente podría ser en sí mismo una canción aparte, una pequeña canción de 20 segundos sin letra, pero curiosamente capaz de resumir todas esas emociones tan extrañas y difíciles de definir que abarca ese estado emocional que va desde la tristeza a la soledad, desde la necesidad hasta la desesperación... esos 20 segundos dicen mucho más que todo el texto, más que todo lo que se ha escrito sobre Culture Club, sobre los 80, sobre los excesos, las rupturas y los fracasos amorosos: Hellen Terry, quien sin ser miembro de la banda fue siempre una estrecha colaboradora en sus composiciones, poniendo su voz cuando y donde mejor sonaba, logró plasmar en casi 20 segundos lo que a cada uno de nosotros nos ha tardado años en comprender, aquello que personalmente siento al oírla, pero que no logro definir con palabras, aunque sé identificar perfectamente cuando recorre mis venas.

 En fin, el dilema se resolvió de manera hermosa: luego de este potente interludio, Victims continúa como una auténtica balada new wave, con un acompañamiento reposado y calmo, compuesto por la instrumentación propia de Culture Club más cuerdas (violines, violoncellos, contrabajos y todos esos instrumentos de madera tan bonitos y elegantes que usaban los músicos del Titanic mientras se hundía), vientos (corno francés), piano, clarinetes y arpa, más la voz de nuestro abandonado Boy George... logra imaginarte un espectáculo tan pulido en una bella casa de ópera... (sí, se hizo, para el aniversario de los 20 años de Culture Club).

¿Y cómo cierras esto? ¿Cómo pones el punto final cuando hay tanto que decir, tanto que sentir y tanto que transmitir? El ending de Victims no podía ser menos que su notable interludio, así que bastará con decir que no te decepcionará... a mí me encanta imaginar las expresiones del compositor de una obra musical según lo que me transmite cada una de sus partes, y hacia el final de esta maravillosa pero triste composición siento como si pudiera ver a nuestro querido Boy George contemplando en su ventana una lluviosa noche, sintiéndose solo y lejos de quien lo ha puesto en ese dulce infierno, sabiendo que hay cosas que cambian para siempre, sabiendo que hay sentimientos que una vez que se tocan, jamás vuelven a ser los mismos, sabiendo quiénes son las víctimas que todos conocemos tan bien. Hacia el final no estoy convencido de si durante 5 minutos me he dejado llevar por una hermosa composición new wave de uno de los discos más notables de los 80, o si he presenciado un auténtico drama pasional salido de la literatura más trágica de William Shakespeare, en el cual Julieta puede ver a Romeo alejarse lo suficiente como para no amarla, pero no lo suficiente como para poder sacarlo de su corazón, mientras ella muere poco a poco cada día.

O tal vez sólo estoy siendo susceptible.


 Sea cual sea el caso, es tanto el respeto que tengo por esta canción que más allá de las observaciones que me surgen -como lo complejo que es captar musicalmente la emoción de quien la escucha luego de su poderoso y emocional interludio-, creo que es una composición tan llena de sentimiento, tan simbólica, tan honesta y tan notable que más que desmenuzarla musicalmente, bien merece la pena tomarla como un todo imposible de descomponer, y será labor de cada uno escucharla refugiado en el rincón más oscuro de ese pequeño mundo interior que nos protege de todo lo demás, y si más allá de los detalles técnicos logramos sentir cómo en 5 minutos Victims nos llega a la médula, el resto es sólo teoría.


Al menos a mí me llegó a la médula.

 Pero bueno... ¿qué se esconde detrás de una historia tan conmovedora? nada menos que una súplica de Boy George hacia Jon Moss, pidiéndole que corresponda a sus sentimientos, pues según rumores de aquella época, para Moss la relación que sostenía en ese entonces con George no era más que una pequeña diversión de las diversidades, cuando en verdad su compañero sentimental estaba perdidamente enamorado de él, sintiéndose constantemente desplazado y negado públicamente. De hecho durante una parte de la relación ellos estuvieron juntos en secreto, mientras Moss sostenía en público algunos affairs esporádicos con mujeres (sí, a ese nivel de compromiso). Boy George tal como un niño ruega que sus sentimientos no sean lastimados por quien precisamente tiene más poder para hacerlo... y que de hecho lo hizo. 

Nuevamente, todo lo que se diga sobre la letra de esta hermosa pieza musical debe quedar a juicio de cada uno, o mejor dicho, debe "llegarle" a cada uno, en cuyo único caso habrá cumplido su objetivo.




Las víctimas que conocemos tan bien 
Brillan en tus ojos 
Cuando besan y dicen* 
Extraños lugares que nunca hemos visto 
Pero tu estás siempre allí 
Como un fantasma en mi sueño 
Y sigo diciéndote 
Por favor, no hagas las cosas que haces 
Cuando haces esas cosas 
Tiras de mis cuerdas de marioneta 
Tengo el más extraño vacío por ti 

Amamos y nunca decimos 
Qué sitúan nuestros corazones en el pozo de los deseos
El amor nos lleva hacia la corriente 
Y es sumergirse o nadar 
Como siempre ha sido 
Y sigo amándote 
Es lo único que puedo hacer
Cuando los ángeles cantan 
Suceden cosas grandiosas
¿Puedo dártelas todas a ti? 


Tira de las cuerdas de la emoción 
Toma un paseo hacia un placer desconocido 
Siéntete como un niño en una noche oscura 
Deseando que hubiese alguna clase de paraíso
Podría abrigarme en tu sonrisa 
Ofrece tu mano por un momento
A las víctimas que nosotros conocemos tan bien
Tan bien...



Las víctimas que conocemos tan bien 
Brillan en tus ojos 
Cuando besan y dicen* 
Extraños lugares que nunca hemos visto 
Pero tu estás siempre allí 
Como un fantasma en mi sueño 
Y sigo diciéndote 
Por favor, no hagas las cosas que haces 
Cuando haces esas cosas 
Tiras de mis cuerdas de marioneta
Tengo el más extraño vacío por ti 


Muestra a mi corazón algo de devoción 
Aparta a aquellos que murmuran "nunca"
Me siento como un niño en una noche oscura 
Deseando que pudiésemos pasarla juntos
Podría abrigarme en tu sonrisa 
Ofrece tu mano por un momento 
A las víctimas que nosotros conocemos tan bien
Tan bien...


*"Kiss and tell": dícese de involucrarse sentimental y/o sexualmente con alguien, para luego 'gritarlo a los cuatro vientos'.



¿Algo que decir al respecto?
Guárdalo en ese pequeño refugio dentro de ti.





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